martes, 15 de noviembre de 2011

Concepciones teóricas en el fútbol infantil

 
 En el fútbol infantil se pueden ver varios aspectos referidos a los conceptos teóricos de la cultura, entre los cuales se pueden remarcar la concepción estructural con sus cinco características referidas a los distintos aspectos que influyen en su desarrollo, y por otro lado los campos de interacción como factor que determina las posiciones en ese espacio y sus influencias.
 En cuanto al primer punto referido a la concepción estructural podemos empezar a remarcar los distintos puntos:
 En primer lugar el aspecto intencional está abocado a que las formas en que se dirigen los entrenadores, padres y las hinchadas de los chicos; son producciones construidas y ejercidas con un propósito marcado que se refiere a la presión y la búsqueda de que el chico se esfuerce al máximo de sus posibilidades para lograr la victoria, la cual es adjudicada como propia por los padres. Debe darse la comprensión de lo que uno quiere imponer.
 En segundo lugar está el aspecto convencional que remarca la interpretación que pueden llevar a cabo los chicos a la hora de jugar, mezclándose entre la sensación de repetidas presiones y la de un apoyo incondicional. Se refiere a la decodificación que pueden tener los niños que a veces no entienden el por qué de tanta presión sobre ellos.
 En tercer lugar aparece el aspecto estructural, que se basa en que el fútbol infantil presenta una estructura organizada que va desde los dirigentes, entrenadores y padres hasta llegar al fin de esa cadena que culmina en los que llevan a cabo la práctica, de los cuales se espera que en el día de mañana devuelvan con réditos esa preparación desde su infancia.
 El cuarto aspecto es el referencial, que hace mención a que todo lo que pasa en el fútbol infantil siempre termina representando algo más allá de lo que se ve. Ese continuo seguimiento de los padres hacia sus hijos no significa más que una búsqueda de salida de lo cotidiano en la mayoría de los casos y que generalmente utilizan ese espacio para descargarse de lo vivido en la semana.
 La quinta característica es el aspecto contextual,  que se refiere a que todo lo que pasa se expone aún más por el contexto en el que se da, ya que el fútbol infantil, se supone es el lugar destinado al escape de lo cotidiano por parte de los chicos y un lugar para que empiecen a relacionarse con otros de su misma edad.  Pero termina siendo un espacio en el que los más grandes que deberían ser los que impongan equilibrio en el medio, se descargan de todas sus presiones y recaen en los chicos, imponiéndoles metas que muchas veces terminan causándole una gran frustración desde una edad en la que no deberían sufrir esos malestares.
  En cuanto a los campos de interacción en el fútbol infantil, esto queda marcado en las distintas posiciones que ocupan en el desarrollo de los chicos tanto entrenadores como padres. Los primeros son los que los realizan la preparación física y deportiva, y los segundos, los que le imprimen una dosis de presión psicológica de la que no están conscientes de los daños que pueden causar en los chicos, haciendo que abandonen la práctica desde pequeños. De esta manera se aíslan de los grupos de convivencia, del cual forman parte junto a sus amigos. También se pierde el capital cultural referido a los conocimientos y las habilidades que podrían haber adquirido en ese espacio. Entonces la interacción en este campo se deja afuera y así queda de lado el objetivo primordial del fútbol infantil, el de reunir requisitos para ayudar a los chicos a desenvolverse con sus pares.

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